miércoles, 29 de octubre de 2008

JAIRO Y LOS DEMONIOS, LOS TUYOS Y LOS MÍOS

A Jairo Zamora

Empedernido,
obsesivo
y compulsivo
arrítmico,
como lo vital,
como el final,
como el igual
de la suma
en la que pierdes
enteros
y todo se inunda,
en ese momento
vives a oscuras,
en otros momentos
con la luz rota,
en otros momentos
te da igual
lo que alumbra
o las posibles
sombras,
pero ten cuidado,
mucho cuidado,
a media noche
hay caras gruñiéndote
en tu ropa
que está colocada
en tu silla,
quizá sean nuestros
demonios,
no lo descartes
aún somos demasiado
jóvenes,
para empezar
con la esquizofrenia
de una vida
que sonríe
mientras lapida,
Jairo,
tu niña
se esconde,
déjala
que huya
y se siente
dónde
nos sentamos
nosotros
aquella noche,
quizá
has de comprender
que no hemos
de comprender,
que en la nocturnidad
de los dioses
sólo somos cieno
y la claridad del cielo
y no se acuerdan
de nosotros,
tranquilidad
es una palabra
que va antes
que
cuerda,
me comprendes,
hoy me levanté
a las seis
a por agua
y he decirte
que lo hice
mal,
me levanté
con miedo,
no quería
mirar al espejo,
por si lo veía de nuevo,
no quería mirar
a ningún lado,
juro y te juro
que no quería que apareciesen,
no los quería,
ni los quiero,
Jairo,
tenemos que quedar
y hablarlo,
ahora que sé
que somos
dos de esta estirpe
empieza
a preocuparme,
o hacerlo visible,
porqué tú una pantera
y yo una cara,
porqué tú búhos
y yo personas que no saludo,
no es envidia,
es alegría,
mis demonios
casi siempre
me dan la espalda,
ellos a mí
o yo a los míos,
creo
que son nuestros
demonios,
o nuestros cerebros
oprimidos
porque la información
que deseamos,
ellos querían ser normal,
una preocupación
como una casa,
no una preocupación
como el alma,
la verdad,
la vida,
el cosmos,
las escaleras
infinitas
de nuestras puestas
de largo
de nuestras mandíbulas,
Jairo,
hace mucho que no te veo
por eso te escribo,
hace poco que hablamos,
pero joder
quiero darte un abrazo,
no es por nuestros demonios,
es por nuestra amistad
a base de infiernos,
tú el tuyo,
yo el mío,
todos juntos
y nos reímos,
qué hay después
de la vida,
hay vida
después
de la tierra,
creo
que tenemos
la respuesta
delante
de nuestras
narices,
son demonios
lo que nos
queda,
somos demonios
bajo nuestras
propias
reglas.


Carlos Gutiérrez H, Se quedó sin palabras....



Si alguien ve a Jairo diganle que le espero. Qué decir de él.

1 comentario:

min0riabsoLuta dijo...

Me gustan los poemas que le dedicas a tus amigos. Siempre en tu linea, pero dedicándote a los tuyos.