lunes, 9 de febrero de 2009

LA BÚSQUEDA INDÓMITA DE LA VERDAD

Y sigues
con tus íntimas
interconexiones,
sin dejar
de pensar,
más vivo
que muerto,
esta vez,
pero no
más vivo
que exhausto,
no es bueno
tener
la cabeza
veinticuatro,
veinticinco
y veintiséis
horas
pendiente
de todo,
ojalá
pudiera
darme
la media
vuelta
por las
mañanas
y no
empezar
a brincar
mi maldito
culo,
ojalá
pudiera
aplicar
eso que aprendí
con Jack
pero aún
está
en los asuntos
pendientes,
al final
de los días
es cuando
la psicosis
universal
acecha
mi cerebro,
tanto
ejercicio
a las neuronas
las hace
coexistir
con los vómitos
del anochecer,
esa presión
craneal,
quizá
una paja
relajase
mi cabeza,
está
comprobado
científicamente,
así que
ya tienes
una excusa,
pero no tengo
ganas,
es como
tu segunda
vida
después
de eyacular
pero fíjate
como gira
la tierra,
no te estás
dando
cuenta
ni yo,
ni los demás
son tan
planos
a pesar
de no
poder
percibir
su pensamiento
y ni a veces
sus sentimientos,
tanto dudar
nos va a matar,
realidad
o sueño,
sueño
consciente,
con un ojo
que se
mueve
casi
más rápido
que el detalle,
pero
sólo
en mi subconsciente,
pero es
como si lloviesen
letras,
tinta espesa
y yo
con un libro
abierto,
en blanco,
limpio,
como mis mejores
amistades,
todo en silencio,
y caen,
una marea,
un tsunami
de letras
sin más orden
que el caos
expectante,
todo eso
para salir
como una boca
de incendios
abierta
en pleno
verano
para refrescar
a los chavales
y sus pies
quemados
con el asfalto,
así es,
ese pensar
inhóspito,
todo ese
plano
más allá
de las cuatro
paredes,
de las tres
dimensiones,
pero quién
te cura
esa soledad,
si no quieres
caricias,
y en estas condiciones
sólo nos queda
una ducha.


- Y a veces la subconsciencia es tu conciencia, y no ves pero sientes, entonces créeme, hay más planos y más conocimiento, expansión, expasión-

Carlos Gutiérrez H, La búsqueda indómita de la verdad

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