miércoles, 29 de octubre de 2008

JAIRO Y LOS DEMONIOS, LOS TUYOS Y LOS MÍOS

A Jairo Zamora

Empedernido,
obsesivo
y compulsivo
arrítmico,
como lo vital,
como el final,
como el igual
de la suma
en la que pierdes
enteros
y todo se inunda,
en ese momento
vives a oscuras,
en otros momentos
con la luz rota,
en otros momentos
te da igual
lo que alumbra
o las posibles
sombras,
pero ten cuidado,
mucho cuidado,
a media noche
hay caras gruñiéndote
en tu ropa
que está colocada
en tu silla,
quizá sean nuestros
demonios,
no lo descartes
aún somos demasiado
jóvenes,
para empezar
con la esquizofrenia
de una vida
que sonríe
mientras lapida,
Jairo,
tu niña
se esconde,
déjala
que huya
y se siente
dónde
nos sentamos
nosotros
aquella noche,
quizá
has de comprender
que no hemos
de comprender,
que en la nocturnidad
de los dioses
sólo somos cieno
y la claridad del cielo
y no se acuerdan
de nosotros,
tranquilidad
es una palabra
que va antes
que
cuerda,
me comprendes,
hoy me levanté
a las seis
a por agua
y he decirte
que lo hice
mal,
me levanté
con miedo,
no quería
mirar al espejo,
por si lo veía de nuevo,
no quería mirar
a ningún lado,
juro y te juro
que no quería que apareciesen,
no los quería,
ni los quiero,
Jairo,
tenemos que quedar
y hablarlo,
ahora que sé
que somos
dos de esta estirpe
empieza
a preocuparme,
o hacerlo visible,
porqué tú una pantera
y yo una cara,
porqué tú búhos
y yo personas que no saludo,
no es envidia,
es alegría,
mis demonios
casi siempre
me dan la espalda,
ellos a mí
o yo a los míos,
creo
que son nuestros
demonios,
o nuestros cerebros
oprimidos
porque la información
que deseamos,
ellos querían ser normal,
una preocupación
como una casa,
no una preocupación
como el alma,
la verdad,
la vida,
el cosmos,
las escaleras
infinitas
de nuestras puestas
de largo
de nuestras mandíbulas,
Jairo,
hace mucho que no te veo
por eso te escribo,
hace poco que hablamos,
pero joder
quiero darte un abrazo,
no es por nuestros demonios,
es por nuestra amistad
a base de infiernos,
tú el tuyo,
yo el mío,
todos juntos
y nos reímos,
qué hay después
de la vida,
hay vida
después
de la tierra,
creo
que tenemos
la respuesta
delante
de nuestras
narices,
son demonios
lo que nos
queda,
somos demonios
bajo nuestras
propias
reglas.


Carlos Gutiérrez H, Se quedó sin palabras....



Si alguien ve a Jairo diganle que le espero. Qué decir de él.

domingo, 26 de octubre de 2008

LA NUEVA

A Irene Díaz

Entre las
espesas
montañas
de la
nada
y del todo,
de los
pocos
y de las damas,
de los hombres
locos
y las mujeres
que saben,
las brujas,
la mitología
entre
copas,
la intelectualidad
baila
un vals
agarrada
a una gata
loca,
la que te explica
las redecillas
de la literatura
que ni
siquiera
conocías,
quién
te diría,
quién
le diría,
pero
quién lo dijo,
ese
fue el acertijo
que ninguno
de nosotros
pudimos
resolver,
dónde
los colores
fueron
espadas,
dónde
los gustos
margaritas,
dónde
a pesar
de todo
siempre
se está
en las últimas,
sino es de ánimo
es de bebida
y sino de sustancias
prohibidas,
rebuzna sabiduría,
suda sabiduría,
quién
lo diría,
la primera bruja
que me sienta
bien conocerla,
qué tal
si ponemos
comas
sin necesidad,
vamos
a sonreír
y que los demás
se jodan,
saca la escoba
y papel,
hoy toca
volar,
oh Satán,
conozco
a la nueva
Adsagsona.


Carlos Gutiérrez H., Se quedó sin palabras



Poco que decir sobre ella. Que nadie la cabree ni diga nada estúpido, no se corta, lo digo por experiencia. Gran escritora, mejor amiga y mucho mejor persona.

Sí, tengo amigas a pesar de ser un borde.

viernes, 24 de octubre de 2008

TUVE UN DEJAVÚ, ME ACOMPAÑASTE A CASA, LOS DOS LOCOS

A Daniel Mora

Y me
dejé
por probar
el segundo
anterior,
estuve
oyendo
como caía
ese mismo,
el segundo
era cristal,
más que cristal
huesos,
la fractura
hizo
chascar
en los buenos
una sonrisa,
no serían
tan buenos,
la vida
se derrumba
Dani,
pero
no los cimientos,
escucha
aullar
al lobo
que el hombre
extinguió
y verás
que
a veces no sólo
son
motivos,
también circunstancias,
llamé al cariño
pero comunicaba,
me levanté
de buen pie
al oír
al segundo anterior
descalabrarse,
después de la señal
le dejé un mensaje,
era silencio,
no sabía que decirle,
había llamado
para que me diese
en una bolsa
el amor
que te deben,
el beso y un abrazo
que te escoden,
el vaivén
que te deben
va a ser gracioso,
como cuándo vomito
y pienso
eso es todo,
Dani
tranquilo,
sé lo que eres,
lo que quieres
y quién eres,
mastúrbate
pero por tu bien
no te enamores,
es cuándo los
cimientos
más firmes
empieza a reírse,
siéntate
y fluye,
huye
entre notas,
huye
entre derrotas,
pero huyes
por la victoria,
sonríe por tu final,
ya lo sabes,
otros lo ignoran,
van a morir
y es el factor común
que hay
en la base,
dejémonos
de tonterías,
no sé
qué decirte,
sólo sabía
que te merecías
un poema,
sangre y amor,
tinta y problemas,
sangre y tinta,
enloqueceremos
como premio,
no como condena.


Carlos Gutiérrez H. , Se quedó sin palabras...

Y con esto empiezo con las muchas poesías que he dedicados a los míos. Gracias.

Os dejo el link de los dos poemarios anteriores. Lo vi todo[Marzo ´08] & Se quedó sin palabras [Julio´08]

http://www.megaupload.com/?d=84OZCJNG

miércoles, 22 de octubre de 2008

EL ATAÚD QUE NO PUDO SALIR A LA CARRETERA

Y en
el
bus de
las tres
y algo
se confronta
parte
de tu
universo,
la teoría
de no

que
puntos
y mil
cosas
que
podría
reírme
si no
las comprendiera,
comprende
que
no utilizo
recursos poéticos,
si escribo
infierno
es por el fuego,
los
demonios
bailan
y los ángeles
miran
atónitos
pensando
en que
son unos
mal educados
pero sigo
con la
camiseta
de ayer
acumulando
polvo
en la silla,
no sé
si congelándome
en busca
de poesía
hipotérmica
o disfruto
con el frío,
puedes
venir
o no,
nada
va a cambiar,
nuestros
ojos
se cruzaran
esquivos,
nuestros labios
paralelos
al ridículo
y el autobús
llegando puntual,
todo
con mucha
ironía,
digamos
que vendí
tu alma
por
un guisante
y una risa,
así
de asqueroso
son las personas
pensando
en su bien
estúpido
y el sinónimo
que no
aporta,
la gente
del énfasis
en decir
lo que tú
dices
mientras callas,
siempre
pensé
que
prostituían
la droga,
hacen
dramas,
peleas
internas,
debates
existenciales
porqué
mujer
va a hacerles
caso,
el grandísimo
universo
se les rompe
a ellos
por
esos dramas,
las cuchillas
de afeitar
en la
sección
de no me aman,
fue
una buena
idea,
pero creedme
no fue la
idea
de Satanás,
dice
que le cansa
ver gente
que no aguanta,
si no respiran
no hay diversión,
si follan
sólo
otro plan
para joderles,
sonríe,
tú sonríe, ¡tú!,
el tridente
más simbólico
se perdió
y ahora
es el juguete
de un
niño
que jamás
crece,
se lo guardaron
en el ataúd.



Carlos Gutiérrez H.






Un respiro estaría bien pero en los respiros me dedico a vivir casi sin respirar.

sábado, 18 de octubre de 2008

03.

Y andas, con uno de tus pilares básicos a tu lado, callado, los dos, sin más.

Y luego estás en un banco, con esa brisa especial de nuestra zona, te podrías dormir ahí, la cama agobia y no sabes qué hacer con tu vida, bueno sí pensar, sentir e ir más allá de lo que piensas, qué pueden hacer dos jóvenes un sábado por la mañana en un parque, sólo eso y pensar cosas tan profundas que te asustas de lo poco que hablas y de lo conciso que es cuando se hace.

Y te das cuentas de que la gente sólo aprende por conjuntos, no de comas o de frases sueltas, me leo libros que pasan a mi inmortalidad por el final y dos o tres frases más.

Y...




Carlos Gutiérrez H.

jueves, 16 de octubre de 2008

SEMILLAS DE INFLEXIÓN

Creíamos que no, pero ya estábamos bajos los efectos de las semillas, aún nos faltaba por beber un poco, estábamos tirados en mitad del monte, cerca de una senda. Yo creía que no me hacía efecto, Dani lo decía y Jairo no sabía, pero los tres estábamos tirados en armonía con la naturaleza, visualmente la única diferencia que tenía era que los colores estaban un poco más desaturados, pero eso aún no sé si es verdad, porque no sé si cuándo llegamos ahí ya estábamos bajos los efectos o no; estaba tirado y me di cuenta de que si cerraba los ojos, veía como puntos y rallas, con destellos de colores que poco a poco se iban juntando y formaban como dibujos e historias y mi mente parecía estar en blanco pero ni mucho menos, era tal el barullo mental que ni me daba cuenta de que pensaba, tenía cien mil pensamientos importantes y todos a la vez y no era capaz de prestar atención a ellos y analizarlos como hubiesen merecido, yo estaba con los dibujos fosforitos, pero todo esos pensamientos los guardé, lo sé, son de esos pensamientos que andas por la calle y ves cualquier cosa y aquel pensamiento de a saber cuándo salta a la palestra y te enseña algo, digamos que los guardé y estoy esperando a las referencias de la vida para que salten, bueno a lo que iba, yo estaba tirado en el suelo con la capucha puesta y de vez en cuando abría los ojos, me costaba recuperar visión al abrirlos, y mientras todo aquello, que era armonía, dibujos, pensamientos y un sentir potentísimo yo tenía una parte de mi cerebro a analizar todo aquello, lo mejor de todo, y lo más agobiante quizá, es que no estabas tan drogado que lo sabías, con otras drogas al tomarlas y sentir los efectos sabes que estás colocado, como que la sensación es totalmente ajena, quizá abra puertas que nunca habías abierto y por ello no conoces esas sensanciones, pero con esto rompía los tabiques de las puertas que tenías abierto, las que estaban medio abiertas las abría y las que estaban cerradas, creo yo, que seguían cerradas. Mientras cerraba los ojos hubo un momento en que perdí los dibujos y sentía, no veía, un esquema de mí en la tierra, yo con los brazos y las piernas extendidas, sentía que me hundía, más que hundir era una especie de fusión, ¡éramos la maldita naturaleza!, y por lo tanto en ese momento inmortales como ella, siempre se quedaría nuestras huellas ahí, todos estábamos k.o, tirados en el suelo y de vez en cuándo levantábamos el cuerpo y parecía que todo lo anterior no hubiese sucedido, Jairo y Dani decidieron beberse lo último que les quedaba, dónde se encontraba quizá la mayor parte de semillas, las partes gordas, lo que no pudimos machacar, por falta de tiempo o porque sé yo, se lo bebieron y lo pasaron con un poco de zumo, yo bebí pero no me tomé todo, y ahí seguimos, empezamos a hablar después de que Dani se fuese por ahí y se sentase a observar o a sentir, supongo, y empecé a hablar con Jairo y grabé un cacho de lo que decía con la grabadora del móvil, luego improvisamos un poema que realmente fue un poco malo pero creo que fue la sensación de recitar en ese estado, fue algo inmejorable, era por probar qué se podía hacer pensando, vino Dani y le pregunté qué tal y me dijo que bien, nadie parecía que hubiese alterado nada pero había sucedido, estábamos todos en esencia, sin más, luego más tarde me miré las manos, las marcas habituales, los pliegues, las arrugas, todo era más profundo, quizá fuese el color, o el del sol, no sabía que pasaba en mí, estaba más profundo de lo que podía haber alcanzado alguna vez, millones de pensamientos, compresión de todo sólo con mirarlo, mi unión con la naturaleza y todo eso sentido más mi sentir impregnado en cualquier partícula que nos rodease, en algunos momentos tantas cosas me desbordaban, hacían que sintiese un ligero agobio, además el tiempo no pasaba, creo que iba más lento para nosotros, para que fuésemos capaces de apuntar, analizar, comprender y , sobre todo, aplicar, si después de todo no aprendiésemos nada de los colocones y experiencias, me quedaría sentado en el baño dejando que todo pasase hasta mi muerte, a todo esto la música sonaba, estaba en mi mochila habíamos conectado el ipod a un pequeño altavoz que tenía, en la ciudad no escucharías nada pero en el silencio de nuestra pequeña parcela en mitad de aquel bosque era lo único que era capaz de bailar con el silencio, no rompía el silencio era parte del silencio, y mientras la música rodeaba a los árboles como si fuese una serpiente o unas líneas de colores dinámicas yo pensaba en que podrían estar pensado, pero tampoco puede saberlo, sólo sé que se estaba tocando el pelo por turnos, algo que les parecía bastante interesante, no sé creo que a Dani lo que mola es experimentar con el tacto, éste no habla mucho, pero Jairo sí, bueno hablaba que algo era algo, con mi insistencia en hablar, a veces hablaba sin esperar respuesta o esperándola y no la obtenía, yo ya estaba cansado de estar tirado, o de no saber si estaba o no colocado, siempre dude, incluso hasta en los últimos momentos, decidí levantarme, quería caminar en cambio ellos no estaban tan decididos, estaban tirados y sin saber el porqué, yo una vez de pie, sentía algo más que el leve efecto, sentía que todo iba lento, no tan lento como si un segundo fuese diez, pero si como si uno fuesen dos, nuestro caminar era lento, parecía agónico, a veces era agónico pero por el estado, eran demasiadas cosas y no estábamos acostumbrados, poco a poco se iba asimilando, pero muy poco a poco, lentamente, como nuestro paso, les conseguí convencer y puse la música de tal modo que el altavoz saliese de la mochila y pudiésemos caminar con ella, empezamos a bajar por el bosque, poco dos o tres metros, hasta que encontré algo que en ese momento me hacía sentirme más que tranquilo, era un tronco en el suelo, fino pero lo bastante como para hacer equilibrio, y me quedé ahí haciendo equilibrio, sin importarme nada más, sólo durante algunos segundos,Dani quería notar su cuerpo suspendido y encontró dos troncos en el que pudo hacerlo, dijo que la sensación era increíble y lo probé, ciertamente lo era, Jairo se quería tumbar y Dani seguía callado después de hacer referencia a lo anterior. Encontré un sitio dos metros más abajo que estaría bastante bien para tumbarse, eran una plantas de tallos largo, quizá 40 cms. de alto con unas hojas de dos palmos o un poco más, era un lugar frondoso, si alguien se tumbaba allí y no estabas muy cerca podría pasar más que desapercibido, mientras tanto la música sonaba y sonaba, ritmos locos, que se podría esperar de The doors en directo, realmente la selección de música de esa día fue ideal; después bajamos y Jairo se tumbó, Dani se sentó y yo seguía de pie, con la mochila y la música, en ese instante sonaron canciones de no más de 5 minutos, vivía de tal modo la música que cada canción era como si fuese una personalidad distinta, sentimientos distintos, reacciones distintas, puntos de vista distintos y experiencias distintas, en ese momento me callé y al pasar un par de canciones lo dije en alto, tenía esa maldita manía de analizar todo, Dani estaba sentando, como ausente, Jairo no se había movido, ambos estaban en una conexión con todo, era todo muy raro, sigo sin creerme que fuese tan consciente y que sólo tenga una laguna de unos 5 ó 10 minutos, bueno a lo que iba, estábamos allí y no sé porque me agaché y me sentía especial por mi mochila, me sentía un aventurero, pero de la vida, del espíritu, del alma, abriendo puertas y mi conciencia, y sin más empecé a verborrear como jamás lo había hecho, con tal cordura, con tal experiencia en mis poros, en mis ojos, en mis labios encarnados, muchas en mí mismo, recuerdo que hablé de la sociedad y del chorro de alusión de lo que fuese para percatarnos, el ejemplo lo con el amor, con los detalles, en este caso la droga fue el mejor explicado, los 3 estábamos allí tirados, cada cual a lo suyo y no teníamos un chorro de droga dándonos en nuestra cara, sino pequeñas vertientes, pequeños hilos, más finos que lo que podrías percatar como fino, y al no ser un torrente o una cascada de efectos tú dudabas de la droga pero si te arriesgabas y te fijas en ese pequeño hilo, en ese pequeño detalle que te confirmaba el estado alterado de tu sistema nervioso, si hacías eso vivías lo que nadie jamás había vivido y muchos habrían probado eso pero es como leer un libro al final tu conclusión, tu aprendizaje es tuyo, es íntimo, también critiqué a la sociedad y a las personas que por culpa de la sociedad se están perdiendo, gente abrumadamente lista que por las imposiciones del tiempo y sociedad no desarrolla su percepción ni su conocimiento como podría hacerlo, ensalce a mi padre como persona inteligente pero tristemente machacado por la vida, no que fuese triste e infeliz sino que le faltaba tiempo, mi padre podría dejar en evidencia a todos esos intelectuales que anda sueltos; luego hable sobre el amor, sobre nuestra estupidez referente a ellos y recuerdo una frase que impacto, no sé si porque la última y dejé un silencio y así tragar saliva o realmente era acertada.

Tenemos más miedo a entrar a una chica que a la muerte - dije y tragué saliva, fue como el final de un concierto, Dani y Jairo “vitoreando”, me daban la razón.

De vez en cuándo ellos decían algo y tal, pero yo seguía con mi verborrea del alma, mi única misión en ese momento expresarme, no sabía si para cambiar algo o a mí, cosa que luego discutí con Jairo, hablamos de las masas, del porqué se generaliza, de si se podría cambiar algo, de la naturaleza, de todo, podría haber contado un chiste y hubiese sido la cosa más sentida y cuerda de las últimas tres ó cuatro generaciones, no miento, hablé hasta por los codos, parecía Cassady, incansable y rebatiendo argumentos, un mosquetero del dialecto, no es que me creyese el mejor, pero por ejemplo Dani dijo una cosa sobre unos senderistas que pasaban por allí y yo no estaba nada de acuerdo, decía que ellos no percataban nada de nada, no sabían que pasaba en el mundo, no le quité la razón del todo ni se la di del todo, y le expliqué, mejor dicho, dije que hay gente que se queda con lo de fuera pero otros con un mísero detalle aprenden más que con un libro, es esa información que tienes guardada en el cerebro o dónde coño sea que guardemos la información que pensamos que jamás vamos a utilizar, esa información sale a la luz quizá con una pequeña mancha en un cristal, o con que la escalera del intercambiador de Moncloa esté vacía en plena primavera, luego más adelante Jairo también participó en ese coloquio ácido y después de quizá hablar más de treinta minutos sin pensar, sino habiendo cogido esos pensamientos anterior incapaces de analizar y sólo tuve que abrir la boca para que todo saliese, más o menos organizado, a decir verdad yo hablaba y veía un cuaderno de notas, frases sueltas, ideas por concretar y mil tachones, quizá diástoles y sístoles; la única pena es que no grabásemos esa conversación ya que Dani, Jairo y yo dijimos mil cosas interesantes y ahí se han quedado, no se han perdido, por supuesto que no, si yo aprendí algo allí, la naturaleza también, todo lo que dijimos se quedó impregnado allí, con la compresión de los árboles, ahora veo un árbol y es todo tan distinto, en un momento justo de silencio Jairo empezó a llorar por la infinidad de emociones, callado, con las manos en los ojos, luego momentos después sonó una canción bastante emotiva para todos y ahí se palpó el sentimiento, era una capa más en nuestras piel, desde ahí podría sentarme e intentar escucharle durante toda una tarde y a ser posible en el centro de Madrid, para que la gente me insultase o recapacitase sobre la rapidez del universo, se pueden sentar y entablar conversación con ellos mismos, sus personas, su no-materia también lo agradecerían; luego estuvimos un rato en el mismo sitio callados, tirados, tocando la naturaleza, yo recuerdo que acabé con la piel seca y raspada de frotar los dedos contra un trozo de corteza del suelo, pero no me importaba es más, eso parecía desprender energía, después de un rato sintiéndome raro, parecía que ya no iba, les dije de levantarnos y andar, otra vez les volvió a costar, pero al final se levantaron y andamos, y ese preciso instante, en el que se confronta lo eterno y lo mortal, ahí, a los tres nos dio una oleada de sensaciones, latigazos de percepciones indebidas, la droga nos daba por primera vez, al menos a mí, un chorro de colocón, seguimos andando, nosotros pensábamos que andábamos bien, despacio, pero bien, éramos puro plomo dispuesto a ser moldeado como plastelina, y lo decíamos, y la palabra plastelina no sé que significaría en ese momento pero me hacía sonreír, creo que era ese sentir cósmico, ese sentir humano y sentir indebido, volvimos por nuestros propios pasos anteriores, la música sonaba y todo parecía una película, incluido los colores, saltamos aquella pequeña puerta-valla roja, y seguimos para abajo, estuvimos andando como si nada, hasta que el sol me golpeó y tuve la necesidad de volver a atrás y analizar esa salida, de la sombra de los árboles al sol, sin piedad, fue algo tan increíble, parecía como si hubiese renovado energías, una vez ahí, con el bosque a nuestras espaldas, decidimos andar por la explanada verde, era un caminar pesado pero tranquilizador, el tiempo seguía lento, o al menos para mí, estaba callado y tenía mil cosas que decir pero simplemente las filtraba en mí, de vez en cuándo decía algo pero sobre lo espectacular del colocón, seguía asombrado con la alteración de mi conciencia, era una vista de casi 360º, andamos hasta una mesa, a pesar de nosotros no experimentar un gran sensación corporal por la droga, debía de ser patente, ya que algunas de las personas que andaban por ahí nos miraron, a lo lejos todo hay que decirlo, después de esa plácido camino, llegamos a la mesa, nos sentamos, fue en gran parte un alivio porque empecé a experimentar otra cosa, era una sensación de que algo que había dentro de mí había salido, la sensación es rara de explicar, voy a poner un ejemplo totalmente ajeno pero explicará lo que yo sentía de todo eso,es como si mi cuerpo fuese un círculo amarillo y mi no-materia, alma, llámalo como quieras, fuese un círculo azul, éste salía de mí pero no del todo, entonces los dos trozos que se cortaban y esa fusión mínima que sería el verde era una pelea entre yo y mi alma, una guerra de comprensión, de querer ir más lejos aún pero no la dejaba por miedo a que no volviese o fuese capaz de asimilar lo que iba a comprender, era agobiante porque mientras todo eso ocurría volvían los mil pensamientos, y a todo esto tenía hambre, y de vez en cuando lo decía, yo tenía fruta en el coche pero nadie tenía hambre; Jairo estaba tirado en banco de la mesa, parecía una gota de pintura que cae y se esparce, pues así estaba él, Dani estaba con una pluma, no de esas alargadas de las cuales te imaginas a todos esos escritores antiguos mojando su tinta en ella, sino pequeñita y gorda, no sé de qué pájaro sería, da igual; dije de levantarnos, yo estaba inquieto, al final accedieron, parecía que por momentos bajaban los efectos, y yo ya insistía en comer y que se me fuese todo, empezamos a andar cuesta abajo y de vez en cuando alguna oleada gorda nos sacudía la cabeza, y ahí es cuando me vino una y empecé a notar mi cuerpo drogado aún no lo había notado así, sólo mi mente y demás, pero no drogada sino más abiertas, más dispuesta a recibir información y a sentir, pero eso sólo duró 5 minutos o así, seguimos andando cuesta abajo y Dani se encontró un trozo de tronco cortado, bromeó en llevárselo como recuerdo, como en el 30 de Marzo, que fue un vaso firmado por todos y después de insistir, no mucho, me lo dieron a mí para guardarlo, y ahí lo tengo en la mesita de noche, a veces pasa desapercibido pero siempre está tanto él como la esencia de aquella noche; bueno volvamos a lo que íbamos, estuvimos andando cuesta abajo por aquel verde, las sensaciones eran las mismas y no hubo nada que recordar a grandes rasgos, todo seguía igual, mente, corazón, alma y conciencia abierta hasta más no poder, llegamos a la carretera que había, muy cerca, y empezamos a andar no sin antes discutirlo entre los 3, dos queríamos andar por ella y así hicimos, después de no andar ni 5 minutos llegamos justo a la zona dónde dejamos el coche y dije de ir al coche a escuchar música sin más, a sentir, y también a comer un poco para que se bajase el efecto porque empezaba a ser agónico, y fuimos, Jairo se comió una nectarina y yo una manzana, Dani no quería nada pero antes de eso llegó otra oleada, mi mente seguía abierta pero ahora mi cuerpo estaba drogado, el tiempo no pasaba, era un flotar pesado, sentía mis pies en el suelo pero el resto del cuerpo volando, me asusté y decidí comer para que se fuese ya todo; una vez en el coche yo repetía que ya estaba bien que no sentía nada, el resto también, más o menos, y hablamos un poco y decidimos dar una vuelta con el coche en aquel parking de tierra, sentía mi conciencia muy amplia pero ya no sabía si era efecto o que realmente estaba concentrado en expandirla, en ese momento era del efecto pero más tarde he conseguido abrirla no tanto como ahí pero sí más de lo normal, sólo es concentración; y no sé porqué decidimos marcharnos a casa, todo parecía que había pasado, empezamos a salir de allí, todo era verde y un gris oscuro en mitad de todo aquello como una pisada en un cuello, sentía alguna conexión no corpórea con aquella multitud verde, pero fue sólo durante segundos, quizá fue sólo imaginación, al final salimos de aquel magnífico bosque y emprendidos el viaje por las típicas carreteras de fuera de poblado, todo lo verde se convirtió más en ocre y algo de verde de vez en cuando, del viaje sólo recuerdo una cosa, lo demás lo olvidé porque a pesar de todo estaba bajo los efectos y más que nunca, yo iba sentando de co-piloto y empecé a decir que yo si seguía con aquello y ellos se rieron y también dijeron lo mismo y miré al frente, decir que respecto eso, el viaje fue muy tranquilo y sin hablar, me impresionó la sensación de velocidad y sentía como si todo fuesen planos, papeles rígidos colocados uno detrás de otro para dar sensación de profundidad, parecía una broma todo aquello y eso es lo único que recuerdo del viaje, excepto algunas imágenes vagas al igual que el sentir,- y ahora que lo pienso a todo el sentir ahora sería nuestra recepción sensorial extra, sí creo que se podría definir así - una vez llegamos cerca de dónde queríamos estuvimos rondando hasta encontrar sitio, era tan raro ver a la gente de a pie hacer vida sobre asfalto, yo tenía ya la idea de bosque como vida pero todo eso me desmontó todo, todos con sus bolsas, sentía un rechazo ligero al asfalto. Según aparcamos vi las pupilas de Dani que eran exageradas, no sé porque en el bosque no se nos habían dilatado ni nada, me comí el plátano que me quedaba pensando que se podía rebajar, pero nada, lo más raro de todo es que las pupilas se dilataban cada cierto tiempo y se encogían, sin más, mientras íbamos de camino a comprar algún bollo, hacíamos vida normal, esa que yo estaba rechazando ligeramente hace unos minutos y me sentía en armonía, mi único temor eran las pupilas, y a ser sincero quería que se acabase ya, no sé porqué pero estaba muy cansado, pero era sólo pequeños momentos, a veces era hambre de verdad y otras para acabar el efecto, ante todo tenía ganas de estar en mi barrio; fuimos a comprar a unos chinos, compramos un par de bollos y nos fuimos a sentar a una plaza con dos o tres bancos, y nosotros nos sentamos en una especie de fuente, sin agua claro, y ahí no sentía nada, quizá era por lo que dije anteriormente de que era un hilo finísimo que tenías que estar atento y nosotros estábamos hablando sobre todo lo que habíamos sentido, pensábamos que se había acabado el efecto, mientras estábamos allí pasó un hombre con un gran bulto en la cabeza y Dani se rió, Jairo y yo le dijimos que sino había aprendido nada de todo lo anterior, dijo que sí pero que le hacía gracia, volvíamos a estar en la fina onda de todo, me sentía volando pero totalmente pesado, después de un pequeño incidente con un conocido del padre de Jairo, pero sin importancia realmente no cruzamos ni palabras con él pero fue una frase precisa que pudo oír, total tonterías en ese momento y ahora, nos fuimos a un parque cercano mientras nuestras pupilas seguían su particular baile de dilatar y contraer, en el camino no para repetir de que estaba más que jodido, tenía el cuerpo drogado, era la segunda vez que lo sentía, no tenía fuerza para levantar las manos, pero era hasta placentero era una especie de unión, que después de semanas aún no sé con qué era, realmente hasta días después de todo no había asimilado todo, sé que había sido grandioso pero no tenía los detalles concretados, una vez llegamos al parque nos tiramos en un césped y nos dedicamos a mirar el cielo, Dani por una llamada estaba un poco incómodo y eso lo notaba bastante, era como si por el lado más cercano a mí notase su mala vibración, su incomodidad, su preocupación, pero a los diez minutos lo arregló pero seguía incómodo, le habían jodido todo, me parecía que estaba fuera de nosotros, yo seguía mirando el cielo y las ramas de los árboles, mi comprensión era ahora débil, aunque había momentos en que el cielo se caía, metafóricamente y deja gotear información para que mi cerebro, ahora más calmado la guardase y la sacase cuando creyese oportuno, y fue al segundo, era como que Jairo estaba más lejos de nosotros y le miré, y estaba tirado como medio dormido pero con los ojos abiertos, y le empecé a hablar y él no contestaba, respiraba ligeramente, y yo le seguía hablando y hablando, hasta que me preocupé y le di un golpe y es como si saliese de un sueño.

-¿Qué? - replicó Jairo
-Te estaba hablando, tío, no respondes y con la cara que tenías pues me he preocupado - le dije.
Se río.

-Pero si estaba hablando contigo, tío - dijo casi chillando, mientras se reía.
-Pero... ¡qué dices! - le dije sorprendido.
Sí, sí- dijo y se incorporó a un poco a la vida, se levantó.

Y ya me lo explicó todo, él sentía que me hablaba, una especie de telequinesia, quizá la información que me cayó a mí fue Jairo directamente para mostrarme lo siguiente, fue increíble, yo seguía asombrado mirando el cielo y los árboles, y por lo anterior, era todo como siempre pero era esa pequeña y ligera conexión que me hacía estar al tanto de todo, más allá de este plano, la sensación de estar en la hierba era distinta, aunque no en mayor grado que cuando estuve tirando en el bosque, la tarde había sido increíble, yo al menos había aprendido multitud de cosas, había vivido en la compresión, quizá hubiese vivido un ahora sin importante lo demás, a pesar de tener el cerebro machacado y exhausto; y entre tanto la noche fue cayendo, no diría poniendo el telón de fondo porque al menos yo aún sigo con lo aprendido de aquel día, poner el telón de fondo, un punto y final sería que hoy no aplicará todo lo que aprendí, todo lo que llegué a interiorizar, todo lo que expulsaré que sé que tengo escondido en algún rincón de mí, o guardado en algún plano lejano de mi mente. Pasaron dos o tres días para que pudiese empezar a escribir esto, empecé otros y los borré, tuvo que pasar el tiempo para que yo asimilase lo que pasó, asimilase mi limpieza interior y mi vida nueva, interiormente, quizá suene exagerado, me da igual cómo suene, después de eso puedo decir que mi vida ha cambiado, poco a poco, mejor a mejor, comprendiendo más, y así es, no tengo que dar explicaciones a nadie; aquello me cambió.






Carlos Gutiérrez H.



Más que aclarado está ahí. Que nadie se ofenda ni entienda mal, eso ya no sería problema mío.

miércoles, 15 de octubre de 2008

TÍTULO

Es de mal nacidos no ser agradecido, o algo así decía el dicho.

Pues desde, con mucho retraso, quiero dar las gracias a la gente de Hankover y Rezaloquesepas que me publicaron en ambos blog.

Gracias.

Y os dejo los links.

http://hankover.blogspot.com/2008/09/observ-y-se-me-olvid-vivir-por.html

http://rezaloquesepas.blogspot.com/2008/10/prlogo.html


Ya subiré más cosas, pero claro uno tiene que ir a clases y os juro que mis horarios son peor que los vuestros, hasta los días buenos. La vida del estudiante, ay ay...

lunes, 13 de octubre de 2008

CADÁVER EXQUISITO SIN BOCA con Antonio Ferreira

Cierro los ojos y se me abre un universo,
atmósferas aburridas

de yeso...

dame sólo una razón

para olvidar tus lienzos,

olvidar,
beber,
follar y perder por cientos
las alas
de los del
alrededor,
nuestros
tridentes,
dientes,
cerveza y olor,
hemos perdido
pero es todo
un honor,
¡dios!, me invade la abstracción,
ahora mismo no tengo
ni cuerpo ni mente ni color,

tengo una herida inmensa

pero no tengo algodón

limpio y sucio,
no hay prueba,
el sida
en tus esquinas
de mi mota,
planto al corazón
y al concepto,
mil matices
para sentirme
tonto,
da igual
la psicodelia
de los besos
si es bonito
el coño,
y en el ombligo...
de la galaxia,

corazones podridos, mentes ansiosas,

me revelaron la verdad de la vida

y no había América ni Asia

ni África ni Europa
porque
los mejores
versos
se piensan,
los demás
se disipan
y mientras Ferre
escribía
catalogué mis penas,
sólo es
improvisar
mientras
te picas
las comas,
heroína
en futuro
de máquinas
dame la jeringuilla óptima,
mi sangre me salpica

y ahora te doy la razón,
noto esa vibración en mi interior,

después de leer
esto
te daré un abrazo,

una patada
y un pensamiento abstracto,
el pensamiento
falto
en tu momento
exacto,
extracto de ácido,
sonríe
estás muerto,
sonríe
estás vivo
y sólo es un pensamiento,
total
que ni me creas
ni les creas,
droga con grageas,
mujeres con jaquecas,
mi alter ego en huelga,

mi cerebro, a la silla eléctrica,
acordes desencajados,

describiendo la estética,

las funciones diarias
de la épica,
soldados
muriendo,
y tú y yo borrachos,
no quiero
escribir,
porque
no pienso,
respiro
y no sé
porqué,
respiro con un millón de músculos,
un termómetro o un ataud,

soluciones sencillas,

prozac en la actitud,

podría cerrar
todo,
abrir los ojos,
demasiado fácil,
quién vuela
tú y yo tampoco,
deja la borrachera
en el sillón,
abre la boca.


La letra en negrita es la de Ferre y la mía la letra normal.

Foto de la sesión que también realizamos ese mismo día, en la foto sale Ferre. Mola que la peña se ofrezca para sesiones y además con esa compenetración.


martes, 7 de octubre de 2008

30 DE MARZO

Dedicado a Daniel Mora, Jairo Zamora y Antonio Ferreira.
[De izquierda a derecha : Dani, Jairo, yo y Ferre]
Fue
una noche
tranquilamente
salvaje,
increíble,
nos tocamos
el alma
y no nos hicimos
daño,
no pasaba
nada,
la calma,
un cojín
a rayas
o un corazón
en conjunto
con doce mil válvulas
todo, sereno, mudo,
el poema
más bonito
lo improvisé
colocado,
divisé
espasmos
o espantapájaros
pero ese día volamos,
un treinta de marzo,
nos sentíamos
grandes,
suaves,
besos,
abrazos,
Ferre en mis brazos
como si fuese
un gato,
Dani y Jairo
fuese lo que fuese
nada hubiese
podido defraudarlos,
la sensación
de todos,
de uno,
la mano,
firmar una copa,
que el trono
sea un taburete,
todos locos
y sin remates,
corazones
con remaches
abiertos
de par en par,
quizá fuimos cuerdos
en los instantes
en los que
nos
faltaron
los
tornillos,
sabía que compartía
atmósfera
y ceremonia
con los próximos
grandes,
diles que
no intenten
comprender,
que vivan,
huyan,
fluya
y si el corazón
pide silbar,
hazlo,
no hay nada
que perder
y mucho
menos
que ganar,
sólo siente,
una copa
sería firmada
por las almas
de aquella
habitación
loca,
una boca,
unas costillas,
una batería,
la sensación
de tocar
y pensar
que no
provocas
sensaciones,
tridentes
de emociones,
un par
de renglones
para los
mejores
momentos
de mi vida
son escasos,
pasear en el ocaso,
sentir
el viento
en cada
paso,
el alma
no se enfada
si la sacas
con mimo,
en ese momento
decidí
que éramos
únicos,
silbamos
todo
lo que pudimos,
nos vimos
en el futuro,
nos vimos
en el presente
y el pasado
y el destino
nos hizo
estar
así,
TODO
como si
NADA,
fluido
y que
arda
cualquier
banal,
que les
pongan alas
de ángeles
a todos
los que
mencionamos,
sentados
en un sofá,
o en el suelo,
no hay había fuego
pero se quedó
grabado
todo en el alma,
aullando
al alba
en silencio,
pellizcarte
para convencerte
de tu existencia,
gritar
al oído
de nadie
todo
lo que llevas
en la sangre,
vidas de madera
y vigas
relajantes,
todo cuadraba
en la mente,
si el mundo se derrumbaba
daba igual,
era el salón
y su ambiente,
su atmósfera
estridente
de verdades
clavada en el cerebro
pensando
que seríamos recordados
cuándo estuviésemos
muertos,
dime
cuánto
vale
ese
momento
y te pagaré
con mi corazón,
mi alma,
mi cerebro
y algo suelto,
no es nada
y lo es todo
el treinta de marzo,
fue un gran
cambio,
el plan
maestro
dejó de
ser
maestro,
para simplemente
pasar a ser
sentimientos,
el final
de la película
en tonos pardos,
el final
de todo
en colores
que dicta
la sonrisa,
pudimos ser dioses
y preferimos
ser humanos,
porque no es una fecha
el
treinta de marzo.



Carlos Gutiérrez H, Lo vi todo




Os dejo el link de los dos poemarios anteriores. Lo vi todo[Marzo ´08] & Se quedó sin palabras [Julio´08]

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sábado, 4 de octubre de 2008

CANTA Y CANTA MIENTRAS MUERE Y MUERE

No hay
más
miss
que
la heroína
y más
señor
que
el diablo,
me susurraba
en un
sueño
un pobre
fragmento
de la
vida,
podrida
escondida
entre
ángeles
y embudos,
las cañerías
más
sucias
de la
ciudad
y iban
a parar
a su corazón
me decía,
el desagüe
era
una vena
picada
por
las gaviotas
de
de altar
mar,
un corazón
con
una enfermedad
de bajo
tierra,
se empeña
que
el verbo
que se conjugaba
era vida
y no vivir,
me da
que el pobre
se volvió
loco
en
una
carrera
de
los 100
metros
puros
de la
línea
del movimiento
del universo,
digamos
que perdió
y fue su
principio
y no
un fin,
baylis
con barniz,
quién
quiere
dos hielos
si eso
no
es suficiente
para
mantener
a su corazón
vivo
para la operación,
quién,
quién
va a bailar
la locura
y quién
va
a entonar
nuestra
querida
canción.


Carlos Gutiérrez Horno

jueves, 2 de octubre de 2008

TE FOLLARÍA

Ni se
te ocurra
podría
matarte,
no enciendas
la luz,
déjame
a oscuras,
en el exacto
momento
en el que
un hombre
acepta,
y acepto,
que
necesita,
necesito
amor,
con la
polla
en la mano,
después
de todo,
con la
polla
en la mano
y el corazón
en la otra,
con el vacío,
con el vacío
que te hace
admitir
todo,
en el que
comprendí
que te follaría
por el coño,
pero hasta
el corazón,
que te lo diga
otro,
le quedaría
bonito,
pero no será
verdad.
Te follaría
el coño,
el cerebro,
el corazón
y el alma.


Carlos Gutiérrez Horno, Lo vi todo.


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